(Procedencia de la imagen)
(Procedencia de la imagen)
Os recomiendo encarecidamente que leáis la valoración que hizo Julio Llamazares de su propia novela 20 años después de escribirla.
Resulta muy interesante conocer la génesis de la novela y leer algunas reflexiones sobre el lenguaje de la obra:
"En La lluvia amarilla el lenguaje no es solo una sucesión de palabras, sino también una música y una pintura, o al menos eso fue lo que yo intenté lograr cuando la escribía. Porque las novelas no son solo historias que cuentan cosas, sino también espejos en los que el lector se mira. Espejos hechos con palabras, pero también con colores, olores y hasta sonidos que emborrachan al lector mientras se mira en ellos tratando de reconocerse. Quizá esa, y no otras razones, sea la que explique el éxito de una novela a priori minoritaria y escasamente comercial: el que miles de lectores de España y de todo el mundo reconocieran en ese espejo su propia historia, vieran sus rostros o los de sus antepasados, percibieran la misma melancolía que ellos recuerdan al ver sus pueblos quedarse solos, descubrieran que la sensación que les entra al contemplar las ruinas de un pueblo deshabitado alguien la sintió también y la cuenta con las palabras que él le pondría, pero que no conoce o no encuentra o no se atreve a decir en alto".
(Procedencia de la imagen)
Julio Llamazares no esperaba el éxito de esta novela, ni que su historia pasara a la historia de la literatura del siglo XX. El texto no resulta fácil ni por su lenguaje ni por su argumento, no es una novela comercial de entretenimiento. Haber llegado a un público tan numeroso le llena de satisfacción. Su declaración de principios es la clave del interés que ha despertado su obra y que sigue leyéndose después de tantos años:
"Humildemente, yo escribo para otra cosa, para hacer pensar y sentir, y eso se consigue solo manipulando el lenguaje para sacar de él toda su capacidad: algo que a veces se nos olvida, habituados como estamos a esas novelas comerciales en las que lo de menos es cómo están escritas y lo de más el gancho de su argumento".
No hay comentarios:
Publicar un comentario