martes, 9 de febrero de 2010

Intertextualidad en El cuarto de atrás

"¡Qué aglomeración de letreros, de fotografías, de cachivaches, de libros...!; libros que, para enredar más la cosa, guardan dentro fechas, papelitos, telegramas, dibujos, texto sobre texto: docenas de libros que podría abrir y volver a cerrar, y que luego quedarían descolocados, apilados uno sobre otro, proliferando como la mala yerba".


(MARTÍN GAITE, Carmen: El cuarto de atrás)


"El cuarto de atrás es un dispositivo intertextual continuo. En la conciencia de la protagonista, los fragmentos textuales de diversos discursos culturales son absorbidos, interiorizados y filtrados por el particular irracionalismo subjetivista de la misma, hasta el punto de que dichos fragmentos van operando progresivamente como nexos conjuntivos de la particular historia que se narra. Las canciones de Concha Piquer o las referencias a la literatura fantástica son algunos de los elementos que enhebran la trayectoria vital de la protagonista y, de paso, dotan de un sentido revitalizado a sus recuerdos, por no hablar de la estructura asimilada de las novelas rosa, cuyos romances de cartón piedra son emulados irónicamente en la relación entre los dos personajes principales. (...)

Textos sobre textos, textos dentro de textos, textos que condicionan y configuran la lectura de otros textos, y que, en última instancia, determinan el mundo de la protagonista. Dada tal metarrealidad literaria, es normal que las citas literarias abunden en El cuarto de atrás: Lewis Carroll, Bataille, Robert Louis Stevenson, Perrault (Pulgarcito), Kafka, Cervantes (La gitanilla), Edgar Allan Poe, Dashiell Hammet (El hombre delgado), Antonio Machado, Dionisio Ridruejo, Chejov, Defoe (Robinson Crusoe), Carmen Laforet o el ya citado Todorov (Introducción a la literatura fantástica) son citados, de modo explícito o implícito, en un momento u otro del texto. También se apuntan referencias a fábulas populares, como la de la hormiga y la cigarra, o cuentos clásicos (el ya citado Pulgarcito, o Barba Azul). La alusión a la propia obra anterior de Carmen Martín Gaite también está presente en El cuarto de atrás: Ritmo lento, El Balneario, Entre visillos y artículos como "Cuarto a espadas sobre coplas de postguerra" desfilan por la novela. (...) Los nexos con otras novelas, como Retahílas, son también evidentes.
En ocasiones, la cita se limita a referir el nombre del escritor (caso de Carroll, aunque sus juegos de espejos son claramente asimilados en la novela); en otras, se transcriben los textos (caso del poema de Machado, en la página 46); en otras, la referencia es soterrada (pensemos, por ejemplo, en la conversación –p. 45- sobre cartas que desaparecen y aparecen, y su relación con la literatura de misterio: la alusión a "La carta robada" de Poe es clara). La importancia de Kafka merece resaltarse en este cúmulo de influencias: Carmen Martín Gaite ha declarado en varias entrevistas la importancia de este escritor en su formación literaria, y en El cuarto de atrás le rinde un homenaje implícito al presentar (en un contexto claustrofóbico, típicamente kafkiano) una extraña "cucaracha desmesurada" (p. 28). (...)

La cultura popular de masas (en ocasiones llegando al límite de la "cultura basura" o cultura trash, como es el caso de las novelas rosa) despliega igualmente sus influencias. A las novelas rosa se añaden revistas como Lecturas, marcas publicitarias, canciones, cómics (el popular T.B.O), coplas populares, etc. (...) Además, la importancia concreta de las coplas de Concha Piquer adquiere rango estructural: es el nexo perfecto entre los sueños de la protagonista y el mundo de las novelas rosa que alimentaron su juventud, y que ceden el caldo de cultivo de amores desgarrados para ser parodiados en El cuarto de atrás. Las coplas se emplean como un contrapunto intertextual y narrativo a la propia intención de la novela. (...)

Las últimas referencias intertextuales tienen además una fuerte incidencia en el decurso narrativo, en tanto en cuanto cierran el círculo de la novela: la penúltima, una referencia a una novela negra de Dashiell Hammet, expone lo que ha constituido la trama del libro ("... indicios contradictorios, pistas falsas, sorpresa final" –p. 210-) y remata la temática de misterio; la última es una referencia a la propia novela de Martín Gaite, que reproduce las primeras líneas del texto (p. 210), reiterando así el fragmento del inicio en los últimos párrafos y disponiendo una estructura absolutamente especular (el espejo es básico en la obra) donde el contenido de la novela, inagotable en sí, como los recuerdos, es iterado ad infinitum."


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