Todorov propugna que lo fantástico puede aparecer en cualquier obra:
"La ambigüedad se mantiene hasta el final de la aventura: ¿Realidad o sueño? ¿Verdad o ilusión? De este modo nos vemos arrastrados al corazón de lo fantástico. El fantástico ocupa el tiempo de esta incertitumbre. Desde el momento que escogemos una o la otra, abandonamos lo fantástico para entrar en un género vecino, lo extraño o lo maravilloso. El fantástico es la duda experimentada por un ser que sólo conoce las leyes naturales, frente a un acontecimiento aparentemente sobrenatural".

La referencia explícita de Todorov abre el libro:
"Ahí está el libro que me hizo perder pie: Introducción a la literatura fantástica de Todorov, vaya, a buenas horas, lo estuve buscando antes no sé cuánto rato, habla de los desdoblamientos de personalidad, de la ruptura de límites entre tiempo y espacio, de la ambigüedad y la incertidumbre; es de esos libros que te espabilan y te disparan a tomar notas, cuando lo acabé, escribí en un cuaderno: "Palabra que voy a escribir una novela fantástica", supongo que se lo prometía a Todorov".
Y lo cierra, cumpliendo su propósito:
"El sitio donde tenía el libro de Todorov está ocupado ahora por un bloque de folios numerados, ciento ochenta y dos. En el primero, en mayúsculas y con rotulador negro, está escrito "El cuarto de atrás" (El cuarto de atrás, C. Martín Gaite).
Muy interesante, muchas gracias. Estoy leyendo el cuarto de atrás y sus comentarios me han ayudado much. Martine
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